Qué es el Cáncer de Próstata
¿Qué es la Próstata?
La próstata es una de las glándulas sexuales del hombre y es una de las encargadas de producir ciertas sustancias en el semen fundamentales para la fertilidad.
Se encuentra localizada debajo de la vejiga urinaria, abrazando o rodeando a la uretra en su porción inicial. Es del tamaño de una nuez y se divide en diferentes zonas. La zona transicional o la que más rodea a la uretra está involucrada al crecimiento benigno por la edad y la zona periférica (la que se palpa con el examen rectal) es donde se localizan el 70% de los focos del cáncer.
A diferencia de otro tipo de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta. El cáncer de próstata es extremadamente frecuente, siendo el cáncer más frecuente en el hombre después de los de la piel y el 3 más mortal.
Cuando se examina al microscopio el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentra cáncer en más del 60 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los mayores de 90.
Síntomas de Cáncer de próstata
El cáncer de próstata en sus estadios iniciales o localizados no produce sintomatología en general. El diagnostico generalmente es por el tamizaje temprano.
Cuando el cáncer ya es localmente avanzado o metastático el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja del abdomen, dolor en los huesos, pérdida de peso, expulsar sangre en la orina o en el semen, tener alteraración del chorro urinario y de la frecuencia urinaria hasta inclusive la retención urinaria total.
Causas
Sobre la base de las observaciones epidemiológicas se han sugerido cuatro causas principales del cáncer prostático:
Factores genéticos: Aunque existen indicios que involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 ó gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.
Factores hormonales: Varias estudios han sugerido que los factores hormonales pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
- La dependencia de las hormonas andrógenas (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.
- El hecho de que el cáncer prostático no aparece en los eunucos.
- El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos (hormonas femeninas y masculinas).
Factores ambientales: Dieta alta en grasas animales, la polución del aire, cadmio, fertilizantes y sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval. Dieta baja en vitamina A, poca exposición al sol.
La represión de la actividad sexual, como un comienzo en edad más tardía, un pico más temprano y una cesación prematura de la actividad sexual
Agentes infecciosos: Se ha considerado que los agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer prostático, sin embargo, los estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han brindado resultados contradictorios.
Diagnóstico
A pesar de la evolución lenta de la enfermedad y de la manifestación tardía de sus síntomas, el cáncer de próstata puede diagnosticarse mediante pruebas médicas. A través de un examen digital (palpamiento en la zona afectada) y el análisis de la prueba en sangre llamada PSA (antígeno específico de la próstata) con la represión de la actividad sexual, como un comienzo en edad más tardía, un pico más temprano y una cesación prematura de la actividad sexual (antígeno especifico de la próstata).
Se puede llegar a detectar la enfermedad antes de que los síntomas se presenten. Tras una revisión física general, el urólogo hará preguntas sobre los síntomas y antecedentes médicos, y procederá a realizar algunos de los siguientes exámenes:
Biopsia de próstata
Está indicada cuando hay alteración del tacto rectal o una alteración altamente sospechosa del antígeno prostático (PSA) en sangre.
El diagnóstico del cáncer de próstata sólo puede confirmarse tomando una muestra de tejido (biopsia). La biopsia consiste en la inserción de una aguja en la próstata usando la guía ecográfica a través del recto, con la intención de extraer parte de su tejido celular y analizarlo en patología. Este análisis permite confirmar o descartar la existencia de la enfermedad.
Tratamientos
Observación:Indicado en pacientes con cáncer de próstata de muy bajo volumen, completamente localizado y de características patológica no agresivas. Este puede progresar muy lento y nunca manifestarse o producir complicaciones que amenacen la vida. Ideal en pacientes con expectativa de vida corta o enfermedades concomitantes que aumenten el riesgo quirúrgico.
Intención Curativa:
Indicada en:Pacientes con expectativa de vida mayor a 15 años y adecuada funcionalidad y con cáncer de próstata localizado.
Opciones:
Cirugía: Procedimiento que consiste en la extracción de la glándula prostática entera y los tejidos ubicados a su alrededor. Algunas veces se extraen también los ganglios linfáticos del área pélvica (parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera). Este tipo de intervención, conocida con el nombre de prostatectomía radical, se puede llevar a cabo mediante tres tipos de procedimientos:
Prostatectomía retropúbica abierta: La extracción se efectúa a través de una incisión en el abdomen.
Prostatectomía laparoscópica: se realiza mediante la incisión de 5 incisiones de 5 mm, introducción de cámara, insuflación del abdomen, pinzas especiales y equipos de última tecnología.
Prostatectomía laparoscópica asistida por Robot: igual abordaje que la laparoscopia pero con la asistencia del robot Da Vinci ®.
Radioterapia
Aplicación de radiación sobre la próstata para destruir las células cancerosas.
Puede ser el tratamiento único y principal o se puede utilizar como tratamiento adicional cuando en el seguimiento el paciente experimente elevación del PSA (recaída bioquímica).
Opciones:
Braquiterapia: Inserción cerca del tumor de unas pequeñas agujas con material radioactivo guiado por ecografía y tomografía computada. Opción solo en próstatas con volúmenes menores de 40 CC y pacientes sin patología o enfermedades adicionales de la vía urinaria inferior.
Radioterapia Externa: Aplicación de las radiaciones a través de máquinas externas. Este procedimiento, que tiene una duración de 6 semanas (5 días a la semana), consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica.
Tratamiento Paliativo: (no curativo): Indicado en pacientes con el cáncer de próstata avanzado localmente (que se sale de los límites de la próstata), metastático o en individuos con expectativa de vida corta o poco funcionales por las enfermedades adicionales que padecen.
Prostatectomía Radical Laparoscópica
La prostatectomía radical por vía laparoscópica es la técnica quirúrgica que permite la extirpación con criterios oncológicos de la glándula prostática en el caso de un cáncer de próstata.
Se realiza mediante la utilización de 4 ó 5 tubos (trócares) con incisiones de 5 mm. El procedimiento consiste en la separación de la próstata de sus órganos vecinos (la vejiga y la uretra) para poder extirparla junto con las vesículas seminales.
Luego se reconstruye la vía urinaria conectando la vejiga urinaria a la uretra. Esta unión (anastomosis) se realiza con sutura quirúrgica.
El tiempo quirúrgico habitual de esta intervención es de unas dos horas.
Durante el postoperatorio es preciso mantener una sonda vesical por 7 días, hospitalización durante 2 a 3 días, un sistema de drenaje (para recoger y drenar al exterior sangre y orina acumulada en la pelvis).
La sonda vesical es el molde de la cicatrización de la reconstrucción de la vía urinaria (anastomosis) que generalmente permanece durante 1 semana a 10 días.
¿Qué ventajas tiene la prostatectomía radical por vía laparoscópica?
La principal ventaja de la cirugía laparoscópica es la visión. La magnificación de la imagen permite afinar y precisar mucho más los movimientos quirúrgicos, hecho de gran trascendencia en especial en la cirugía oncológica.
Permite el mayor detalle y magnificación de los tejidos facilitando la preservación de las estructuras de la continencia, una longitud de la uretra más adecuada, y la preservación completa de las estructuras de la erección.
El abordaje laparoscópico evita la incisión y todas las complicaciones relacionadas como hernias, apertura de los puntos, infecciones bacterianas, mala apariencia estética entre otras.
El dolor postquirúrgico es casi nulo, con mínima utilización de analgésicos endovenosos y orales que en ocasiones producen molestias gastrointestinales y efectos adversos sistémicos. Adoptamos protocolos de analgesia intracorporea con anestesia local logrando analgesia total así evitamos el uso de morfina.
La incorporación a las actividades cotidianas y físicas es 50% más corta que comparada con la cirugía abierta.
El sangrado operatorio acostumbra a ser mínimo en promedio de 400 cc por lo que la transfusión de sangre es menor del 3% de los casos.
¿En qué casos se puede afectar la continencia de la orina?
Casi todos los pacientes después de una prostatectomía radical laparoscópica experimentan en alguna medida dificultades para un buen control de la continencia urinaria.
La mayoría de los casos presentan incontinencia asociada al esfuerzo que se resuelve de forma gradual en un plazo de semanas. Una pequeña proporción de pacientes (inferior al 5%) puede tener dificultades en conseguir un perfecto control de la orina a largo plazo. Estos casos pueden presentar incontinencia urinaria que les afecte en su vida diaria.
El hecho de que quede afectada la continencia urinaria no depende únicamente del tipo de técnica quirúrgica que se use sino también de la anatomía del esfínter urinario. Es por eso que cualquier técnica de extirpación de la próstata tiene el riesgo de lesionar el esfínter. La intervención por vía laparoscópica intenta minimizar este riesgo preservando la máxima longitud de uretra.
Algunos casos pueden presentar problemas de retención urinaria una vez retirada la sonda asociada a la inflamación de la zona de la sutura que se resuelve espontáneamente en unos días.
¿Cuándo se pueden conservar los nervios erectores?
La afectación de la erección es uno de los problemas del tratamiento del cáncer de próstata. Hay que recordar que el principal objetivo es curar el cáncer. Cuando el caso lo permite (cáncer localizado de bajo riesgo) se pueden preservar los dos haces neurovasculares de la erección.
Con nuestra técnica alcanzamos que el 65% de los pacientes tengan erecciones espontáneas a los 6 meses de retirada la sonda vesical. La cirugía laparoscópica, con la magnificación de la imagen, permite un abordaje preciso de estas estructuras y la preservación de estas.
Ante la duda de no poder garantizar una cirugía correcta desde el punto de vista oncológico se opta por la extirpación de los haces neurovasculares.
VIDEO PROSTATECTOMIA RADICAL